Entre calles de barrio 
y fachadas oscuras 
aparece un muchacho 
con balón bajo el brazo. 
Doce años en tierra 
con zapatos y piedras, 
otros cinco en la escuela 
donde van las estrellas. 

Y un domingo le llega 
su debut en primera - 
dos goles de pañuelo 
y un gran tiro a la madera. 
Y ahora se maldice, 
se mira y se lamenta 
de ese dolor de espalda, 
de pierna y de alma. 

Siempre me lamento, 
siempre digo “¡Qué pena 
haber nacido tan temprano!”. 
Y si más tarde hubiera nacido 
seguro que más tarde 
me hubieran engañado. 
Siempre me lamento, 
siempre digo “¡Qué pena 
haber nacido tan temprano!”. 
Y si más tarde hubiera nacido 
seguro que más tarde 
me hubieran engañado. 

Son días de gloria: 
se le acercan mujeres, 
es el rey de la bola, 
le regalan placeres. 
Una de ellas le quiso, 
otra le quiso hundir, 
la tercera le hundió - 
le rompió el corazón. 

Y también le rompieron 
en mil trozos la rodilla 
en aquel final 
de Liga en Sevilla. 
Y ahora se maldice, 
se mira y se lamenta 
de ese dolor de espalda, 
de pierna y de alma. 

Siempre me lamento, 
siempre digo “¡Qué pena 
haber nacido tan temprano!”. 
Y si más tarde hubiera nacido 
seguro que más tarde 
me hubieran engañado. 
Siempre me lamento, 
siempre digo “¡Qué pena 
haber nacido tan temprano!”. 
Y si más tarde hubiera nacido 
seguro que más tarde 
me hubieran engañado. 

Siempre despierto en el recuerdo 
y yo solo me pierdo 
por la banda corriendo. 
Cuántas noches sueño y cambio 
mis tardes en el campo por todo lo que tengo. 

Siempre me lamento 
siempre digo que pena 
haber nacido tan temprano. 
Y si más tarde hubiera nacido 
seguro que más tarde 
me hubieran engañado. 
Siempre me lamento, 
siempre digo “¡Qué pena 
haber nacido tan temprano!”. 
Y si más tarde hubiera nacido 
seguro que más tarde 
me hubieran engañado. 

Ese lamento sordo arrepentido 
de haber nacido antes de tiempo, 
cuando él sabe y está convencido 
que ahora valdría más su momento. 

Ya no hay repe en los cromos, 
ya no le piden fotos, 
ya no firma los posters, 
todo lo tiene roto. 
¿Dónde están los que le anulaban, 
los que hasta ahora le aplaudían? 
¿Donde están todos esos? 

Siempre me lamento 
siempre digo que pena 
haber nacido tan temprano. 
Y si más tarde hubiera nacido 
seguro que más tarde 
me hubieran engañado.